Javier XIR

La identidad del portero

Por Roger Molina

El hombre que nunca deja titulares, sí nos deja sentencias antológicas para comprender la esencia del buen portero.

“La posición de portero es la que mayor refleja lo que es la vida: las cosas buenas y malas que le ocurren al guardameta se suceden de forma continua. El juego nunca se detiene.” Andoni Zubizarreta.
Esta frase determina que el aspecto mental de un portero es básico para el óptimo transcurso en su trabajo. Significa tener siempre muy viva la palabra “aceptación”.
Si lo aceptas, quizás tengas la posibilidad de entrar a formar parte de la élite. Esa que requiere, tener la serenidad de saber que un error no cambia tu esencia. Si no lo haces, no aceptas que en cualquier momento puede ocurrir una acción que te transforme a ojos de todos del más querido y elogiado, a simplemente ser el culpable de un todo. Y si no aceptas eso como portero, tienes miedo al fracaso. Tener miedo a algo, es no aceptar la situación en que te encontrarás cuando ese algo ocurra y en ser capaz de revertir esa situación sin dejar de creer en ti.
Por suerte, el portero también tiene aliados. Tal y como dice ‘Zubi’: “El verdadero reconocimiento para los porteros se produce dentro del vestuario”. Tus compañeros no reducirán su opinión sobre ti a un error, a un partido, o incluso a una mala racha. Si lo harán, si dejas de transmitir esa conexión con ellos que les aporta tranquilidad y serenidad. Esa sensación de respaldo, que le da la confianza al equipo para desempeñar su tarea sin preocupaciones.
“No eres más sabio por ser más viejo sino porque te han pasado más cosas. Y la identidad del portero se construye a través del acierto-error, que te hace entender más situaciones y resolver los problemas con mayor eficacia y celeridad”. Ser consciente de lo que implica asumir este rol es muy importante. La buena noticia es que la capacidad para levantarse, también es entrenable. El no ser consciente, que hay que entender el juego para aceptar la identidad del portero, sujeto a posibles injustas responsabilidades y/o culpabilidades, significa morir en el intento, aun teniendo la mejor técnica de portero.El portero está obligado a madurar, y a ser capaz de revertir pensamientos negativos en aparentar sensaciones positivas para su equipo.

*Frases extraídas de la Edición número 15 de la revista Panenka.

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